• Test de Schimer.
  • Reflejo estapedial.
  • Flujo salivar y gusto.
  • Exploración radiográfica del nervio facial.
  • Pruebas electrodiagnósticas.
  • Audiometría y pruebas vestibulares.
  • Laboratorio Pruebas Analíticas.
  • Biopsias.
  
   La valoración diagnóstica de la PFI se realiza por la historia clínica y la exploración física, no siendo necesario recurrir a pruebas complementarias, habitualmente.
   Son pocos los casos que pueden precisar de pruebas complementarias spor presentar un diagnóstico etiológico no claro, una mala evolución, la necesidad de un pronóstico, tratarse de parálisis frustradas, etc.
    Desde siempre la valoración de la PF ha sido un gran problema, ya que el 90% de las mismas se presentan en la compleja porción intratemporal del nervio, región inaccesible para hacer pruebas directas sobre el lugar de la lesión.
   Mediante estas pruebas se puede establecer un pronóstico precoz de la evolución, basado en el grado de degeneración axonal distal. Existen grandes controversias sobre interpretación, valoración y técnica de realización en algunas de estas pruebas.
   Se pueden sistematizar en: pruebas de pronóstico, pruebas de diagnóstico positivo y pruebas de investigación etiológica.
  
                 
   LAGRIMEO: TEST DE SCHIRMER.
   Explora la función del nervio petroso superficial mayor.
   Esta prueba fue propuesta en 1903 por Schirmer, es muy simple e inocua, y evalúa la cantidad de secreción lagrimal de un ojo con respecto al otro. Se estimula la secreción mediante inhalación de algún fuerte olor, y se mide la lagrimación bilateral durante 3-5 minutos mientras se empapa una tira de papel secante, considerándose que es positiva e indicativa de afectación del estimulo lacrimal, la reducción del lagrimeo hasta el 25-30% en un ojo con respecto al otro, o una reducción bilateral a menos de 25 mm. en la tira secante.