• Diagnóstico.
  • Formas clínicas.
  • Diagnóstico diferencial.
  • Evolución.

  

    

   DIAGNÓSTICO.

   El diagnóstico se realiza basándose en la historia clínica y  la audiometría, y con estos dos datos suele ser suficiente. El resto de las pruebas complementarias, como las pruebas vestibulares o las pruebas de imagen aportan pocos datos que apoyen el diagnóstico. Pero no siempre es sencillo diagnosticar con certeza una EM, sobre todo en sus comienzos, cuando la enfermedad todavía sólo ha provocado sus primeras crisis puede no ser una tarea fácil: el diagnóstico  se basa sólo en la historia clínica y la audiometría siendo la certeza más probable cuanto más evolucionado esté el proceso; ahora bien, los casos en que se plantean dudas requerirán de pruebas complementarias para poder confirmar el diagnóstico.

   El comité de equilibrio y audición de la AAO-HNSF ha publicado guías de diagnóstico en 1972, 1985 y la última en 1995; en esta última establece unos criterios diagnósticos creando una escala diagnóstica con cuatro categorías. Para considerar un caso como EM bilateral se exigen los mismos criterios para cada uno de los dos oídos.

   1)     El paciente tiene que haber padecido al menos dos episodios típicos de vértigo. Los episodios típicos de vértigo han de tener al menos 20 minutos de duración, acompañados de desequilibrio y frecuentemente de cortejo vegetativo, obligando por su intensidad a la postración del paciente y siempre con presencia de nistagmus horizontal u horizonto-rotatorio.

   2)     Hipoacusia de tipo perceptivo, debe de estar constatada audiométricamente al menos en una ocasión. Aunque lo habitual es que la audición fluctúe, este fenómeno no es esencial para el diagnóstico, siempre que se haya constatado la hipoacusia coclear.

   3)     Acúfenos, con o sin plenitud ótica, deben estar presentes en el oído afecto para confirmar el diagnóstico.

                                                       

    Categorías diagnósticas.

   La AAO-HNSF establece una escala de cuatro categorías diagnósticas:

   ▪  EM posible. Es un cuadro sospechoso de una EM pero no cumple todos los criterios. El paciente ha presentado varios episodios de vértigo menieriforme sin poder documentar la hipoacusia, o por el contrario la hipoacusia está documentada pero no se acompaña de los episodios de vértigo aunque si pueda tener sensación de desequilibrio. Serían las antiguas formas de EM coclear y EM vestibular.

 

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