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Introducción.
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Historia.
Introducción.
Sin que exista una definición comúnmente aceptada de la Enfermedad de Ménière se puede definir como: trastorno del equilibrio de origen laberíntico debido a una alteración idiopática en el metabolismo de la endolinfa que produce una retención progresiva de líquido en el espacio endolinfático, lo que desencadena una dilatación del laberinto membranoso al incrementarse su volumen: hidrops. El sustrato patológico de la enfermedad es el hidrops.
Otros autores optan por una definición puramente clínica: episodios repetidos de vértigo asociado a una sordera de percepción con acúfenos y sensación de plenitud en el oído.
La AAO-HNS en 1995 lo define como un síndrome idiopático de hidrops endolinfático que clínicamente se manifiesta por crisis vertiginosas esporádicas, espontáneas y recurrentes, pérdida auditiva, plenitud ótica y acúfenos.
En las clasificaciones de los vértigos se la encasilla en el apartado de los vértigos recurrentes espontáneos.
Cuando el hidrops es producido por una causa conocida se ha denominado síndrome de Menière, refiriéndose al conjunto de síntomas característicos de la EM. El término EM como entidad patológica se refiere siempre al hidrops idiopático. Existen otros hidrops no idiopáticos, producidos por diversas causas, a los más adelante haremos referencia.
Por tanto:
Vértigo de Menière es el hidrops endolinfático.
Síndrome de Ménière es la tríada sintomática de sordera, acúfenos y vértigo (conjunto de síntomas de la EM) en episodios paroxísticos debida a una etiología conocida.
Es sin duda el cuadro vertiginoso periférico más emblemático y el más estudiado. Multitud las publicaciones anuales tratan de afianzar su conocimiento y paradójicamente puede que sea el menos conocido. Por mucho que se lea sobre este tema es imposible encontrar verdades absolutas ni pautas totalmente precisas sobre su diagnóstico y tratamiento y es el tema más controvertido de la neurotología. como escribe Mitchell K. Schwaber en su interesante trabajo sobre las controversias de esta enfermedad: gran parte de la sabiduría convencional sobre la enfermedad de Ménière refleja simplemente la opinión de clínicos experimentados, más que hechos científicos.
La mayor controversia es que ni los hallazgos histopatológicos postmortem representan una prueba científica de la fisiopatología exacta de una enfermedad.
Terminología.
Como término se ha utilizado de forma absolutamente gratuita en la clínica diaria para designar cualquier trastorno del equilibrio, sin pensar que los trastornos del equilibrio son muy diversos y están originados por una amplia variedad de etiologías. No obstante, cada vez se utiliza el término EM con más precisión.
La Enfermedad de Ménière, tal como la describe Prosper Menière, es la hemorragia laberíntica.
Las discrepancias existentes sobre este cuadro comienzan ya en su misma denominación. y así, terminológicamente, se han manejado en la literatura médica varias denominaciones para esta entidad clínica: enfermedad de Menière, vértigo de Menière, síndrome de Menière e hidropepsía o hidrops endolinfático. Ahora bien, en general hoy es admitido el término enfermedad de Menière para este cuadro cuando es idiopático y síndrome de Ménière cuando es secundario a una causa conocida (postraumático, enfermedad de Cogan, etc.). De todas formas, la terminología de síndrome, enfermedad o vértigo, tal como se puede encontrar en la literatura, es poco práctica y muy ambigua, ya que no hace distinciones entre estos términos.
El término de síndrome menieriforme apenas se utiliza. SE ha utilizado para identificar un cuadro vertiginoso cuando es muy similar a la EM pero no cumple todos los criterios para ser diagnosticado como tal y tampoco puede enmarcarse en otro diagnóstico.
El término hidrops vestibular se emplea cuando la historia clínica es sugerente de una EM pero no cursa con hipoacusia.
Hasta las posibilidades de escritura del epónimo Menière es objeto de controversia en su acentuación: Ménière, Meniere o Menière. Ménière es como aparece escrito en la partida de nacimiento de Prosper Menière y la forma utilizada por su hijo Emilio en documentos póstumos. La forma de preferencia para el autor era Menière ya que es como firmó Prosper Menière sus trabajos y documentos. El Dornald´s Illustrated Medical Dictionary utiliza el término Meniere para denominar a la enfermedad y Ménière cuando se refiere al personaje.
En 1972 la AAO-HNS subdividió la enfermedad en:
▪ EM vestibular o hidrops vestibular, para denominar un cuadro en que la enfermedad se restringe al vestíbulo produciendo episodios vertiginosos recurrentes idénticos a los de la EM pero sin sordera, es decir, sin participación coclear.
▪ EM coclear, o hidrops coclear, cuando la enfermedad se restringe a la cóclea presentando un cuadro de hipoacusia y acúfenos similar a la EM, es decir, en crisis pero sin vértigo.
En 1985 la misma Academia suprime esta subdivisión.
Historia.
En el capítulo 05.1ª.01, ya se ha expuesta la evolución histórica experimentada por los conocimientos sobre la fisiología vestibular y el equilibrio corporal.

Prosper Menière (1799-1862), en 1861 pronuncia su célebre conferencia en la Academia Imperial de Médicina de París: Mémoire sur des lésions de l´oreille interne donnant lieu a des symptóms de congestion cérébrale apoplectiforme, en la que describió un cuadro clínico causante del vértigo y acúfenos por lesión del oído interno que hasta entonces se conocía con el exótico nombre de congestión cerebral apoplectiforme. Siguiendo con la misma intención de relacionar el vértigo con el oído interno en poco tiempo publicó cinco informes confirmando su teoría. En uno de ellos, un año antes de su muerte, se puede leer textualmente:
Si aquellos que han tenido la ocasión de observar la aparición súbita de vértigo, náusea y vómito en sus pacientes se tomaran la molestia de explorar con cuidado el aparato auditivo, si midieran el grado de hipoacusia en ambos oídos, si preguntasen a los pacientes sobre lo que sintieron en esos órganos desde la aparición de los accidentes congestivos del encéfalo, se percatarían que el sitio de lesión es el oído interno, punto de origen de síntomas que con anterioridad parecían peligrosos para la vida, y contra el que habían utilizado un rigor terapéutico tan incómodo como inútil, un tratamiento violento cuya inconveniencia no sólo es dañina para el paciente sino también puede provocar que se dude de la inteligencia del médico.

En 1871, Knapp fue el primero en sugerir que la EM era el resultado de una elevada presión intracoclear, análogo al glaucoma ocular, en un estado que denominó glaucoma aural. Esta teoría fue muy adelantada para su tiempo, ya que no se pudo confirmar histológicamente hasta 50 años después.
Adam Politzer, el gran otólogo vienés, conoció a Menière y sus trabajos y comenzó a utilizar junto con Voltolini el término enfermedad de Menière.
En 1880 Fere y Demars publicaron un trabajo en los Archives de Otology en el que describen la EM ajustándose a los conceptos actuales.
La siguiente aportación al conocimiento de la EM se refiere a los cambios histológicos que se producen en la EM. Hallpike y Cairns de Inglaterra, en 1938 por una parte, y Kyoshiro Yamakawa de Osaka al mismo tiempo por otra, encuentran la causa de la EM en una dilatación del laberinto membranoso por aumento de la tensión de la endolinfa y realizan la primera descripción histopatológica de los cambios característicos en el laberinto en relación con la EM, coincidiendo la descripción de ambos realizada en el estudio de huesos temporales de pacientes con EM. Este concepto histopatológico de que la EM radica en la existencia de un hidrops endolinfático, posteriormente, ha sido confirmado por numerosos autores. De entre éstos cave destacar en 1960, a Pietrantoni e Iurato que mejoran las descripciones de las lesiones histopatológicas que el cuadro produce, al incorporar a sus investigaciones el microscopio electrónico: pérdida de los estatocilios y degeneraciones citoplásmicas en las cc de las crestas ampulares.
A comienzos del siglo XX los conocimientos de la EM habían evolucionado poco, los trastornos vertiginosos seguían sin estar bien clasificados y los tratamientos eran totalmente empíricos.

En la primera mitad del siglo XX, cualquier patología laberíntica se encuadraba confusamente como síndrome de Menière o complejo sintomático de Menière. Se comenzaron diversos tratamientos para esta enfermedad que iban desde la punción de LCR, hasta la administración de los fármacos más inverosímiles: pilocarpina, atropina, adrenalina, extractos hipofisarios, quinina, vacunas bacterianas, etc.. Nada tenia éxito.


Por lo que respecta a la cirugía Richard Lake describió la primera intervención para la EM que fue una laberintectomía llevada a cabo en el Royal Ear Hospital de Londres.
Las primeras intervenciones son las descompresiones del saco endolinfático realizadas por Georges Portman de Burdeos a partir de 1926. Propuso como técnica un acceso transmastoideo del SE.

Pero la realización de la neurectomía implicaba múltiples dificultades y no estaba al alcance de todo el mundo, por lo que se utilizaron diversas operaciones otológicas destructivas como las inyecciones de alcohol a través del CSE o de la platina del estribo, la electrocoagulación del CSE o simplemente la apertura del laberinto con aspiración de su contenido.
Cawthorne propone la laberintectomía transmastoidea como medio para destruir el laberinto y esta técnica fue la que predominó durante la década de los 40 y 50. La técnica cada vez fue más refinada por Cawtthorne en Inglaterra y Harold Schucknecht en EEUU. A la par, se continuaba practicando la descompresión del SE de Portman que cada vez tenía más difusión.

Por lo que respecta al tratamiento médico a mediados del siglo XX experimenta un cambio muy importante al introducirse nuevos principios activos: ototóxicos, esteroides y vasodilatadores.
Fowle en 1948 introduce la estreptomicina como tratamiento ototóxico y en 1966.
Silverstein en 1962 comienza a utilizar los esteroide por vía intratimpánica.
Phylippsson introduce la cinaricina como medicamento vasoactivo. En 1967.
Burkin inicia la utilización de la betahistina.
Shambaugh utiliza la histamina como vasodilatador.
En 1974 Pollock utiliza el dióxido de carbono.
En 1976 los diuréticos son utilizados por primera vez por Klockhoff.