• Etiología.
  • Patogenia.
  • Diagnóstico.

                                       

   Tanto las OMA como las OMC, muy especialmente las colesteatomatosas, pueden dar a lo largo de su curso complicaciones de vecindad cuando la infección se extiende desde el oído medio a estructuras extra e intracraneales de las que está separada por hueso. Excepcionalmente, estos cuadros infecciosos pueden debutar clínicamente por una de estas complicaciones. Puede presentase de forma aislada una sóla de ellas, o bien pueden aparecer más de una al mismo tiempo o de forma sucesiva, pudiendo asociarse a la vez complicaciones extra e intracraneales.

   Estas complicaciones han disminuido de forma importantísima en su frecuencía de aparición, en su morbilidad y en su mortalidad. Para tener una idea  de la alta incidencia que tenían estas complicaciones en la época preantibiótica basta recordar una comunicación publicada por Fraser y Hallion  en la que encuentran 139 menigitis en 891 casos de otitis. Al final de la década de los 50, la OMA llego a ser la causa más frecuente de meningitis en los niños y no era raro que en un hospital grande se realizase en el servicio de ORL una mastoidectomía semanal, sin embargo actualmente pueden realizarse más de 2.000 intervenciones ORL sin que ninguna sea debida a una mastoiditis aguda.

   La incidencia de estas complicaciones ha experimentado un notable descenso debido a diversos factores:

   - El tratamiento antibiótico ha hecho que disminuya notablemente la incidencia y gravedad de ciertas enfermedades infecciosas y en concreto de las otitis.

   - La mejoría en los medios de diagnóstico, especialmente las técnicas de imagen, y en el tratamiento de las otitis ha hecho que se produzcan menos colesteatomas y que su diagnóstico se más precoz y exacto. La mejora de las posibilidades quirúrgicas han hecho que hoy se realice un tratamiento quirúrgico sistemático de los colesteatomas antes de que produzcan complicaciones.

   - La mejora continua en las condiciones higiénicas y dietéticas que han hecho que la salud de la población hoy sea mejor.

   - El avance que han experimentado las técnicas de imagen de las que hoy se dispone, facilita un diagnóstico precoz y más exacto de estas complicaciones.

   Ahora bien, estas complicaciones no han desaparecido y siguen siendo potencialmente mortales. Antiguamente eran muy serias y con frecuencia fatales. Su aspecto también ha cambiado, hoy es raro observar las clásicas mastoiditis agudas con sus grandes abscesos que eran la panacea de la ORL de antaño, ahora bien, si ya no se observan estas formas agudas, las formas subagudas siguen apareciendo, tratándose de procesos graves aunque con un pronóstico menos severo que antaño. Se ha de tener presente, que aún hoy en día una de estas complicaciones puede tener un pronóstico fatal o dejar secuelas muy graves a pesar de los antibióticos y medios quirúrgicos de los que se dispone en la actualidad, por lo que el ORL ha de estar alerta ante cualquier signo o síntoma sugestivo de complicación en la OM.

   Antiguamente estas complicaciones eran debidas sobre todo a la OMA virulenta, sin embargo, en la actualidad, se calcula que tan sólo son debidas a OMA el 5% de los casos producidas casi siempre por reagudizaciones de OMA y sobre todo a OMC y en especial al colesteatoma. Según Ballenger en 1972, el 76% de las complicaciones eran debidas a OMC. En pacientes HIV se ha descrito un aumento de estas complicaciones, habiéndose detectado en estos casos gérmenes no habituales.

   Otro aspecto es su bacteriología. No existe un germen determinado productor de complicaciones. En los trabajos clásicos aparecen como gérmenes más frecuentes  estreptococos y neumococos. Actualmente la bacteriología ha cambiado, apareciendo menos gérmenes grampositivos, por el contrario predominan los gramnegativos como Haemophilus influenzae, Proteus y Pseudoman aeruginosa. También han aumentado los anaerobios. En el momento actual un gran problema es que muchas veces la flora productora de la complicación es resistente a los antibióticos convencionales.

   Las complicaciones de las otitis se han clasificado de diferentes formas. Así se las clasificó según su mecanismo patogénico, infeccioso o no. Ahora bien, ha sido su clasificación topografía la que ha prevalecido: intratemporales e intracraneales, siendo estas últimas muchas veces consecuencia de las primeras. Algunos autores precisan más y las diferencian en tres grupos: intratemporales, extracranéales e intracraneales.

 

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