• Principios fisiológicos.
  • Parámetros de estimulación.
  • Prueba calórica bitérmica.
  • Prueba térmica bilateral.
  • Prueba galvánica.

  

   Esta prueba fue puesta en práctica por primera vez por Barany en 1906. Se ha considerado como la prueba complementaria más útil en la exploración vestibular. Es la más laboriosa y la que ocupa más tiempo. 

   Los mecanorreceptores vestibulares no sólo son sensibles a las estimulaciones fisiológicas producidas por el movimiento y la acción de la  gravedad; pueden también ser activados por otro tipo de estímulos no del todo fisiológicos, como es la estimulación térmica que se utiliza en esta prueba.

   Esta prueba consiste en la estimulación térmica, bien mediante calor, bien mediante frío, de ambos laberintos, juntos al mismo tiempo o por separado, con lo que se genera una corriente endolinfática de convención bien ampulípeta, o bien ampulífuga, que desvía la cúpula estimulando a los receptores y por tanto produciendo una respuesta refleja vestibular manifestada como nistagmo que puede observarse y registrarse para su valoración. Esta respuesta nistágmica obtenida informa del estado de reflectividad de cada uno de los dos SV.

   La realización es simple y la respuesta puede valorarse mediante sistemas de registro del nistagmo. También se puede realizar sin registro, mediante visualización directa con gafas de Frenzel. En el tema anterior se ha omitido esta modalidad de exploración sin registro pues hoy se considera una exploración demasiado rudimentaria.

   Presenta algunos inconvenientes: utiliza estímulos no fisiológicos, dificultad para estandarizar los parámetros de estimulación y la variabilidad de las respuestas en sujetos normales. Pero también tiene la ventaja de poder estudiar cada laberinto por separado.

   Dentro del orden a seguir en las pruebas complementarias la oculografía debe de preceder a la prueba calórica, pues al valorar ésta se ha de tener en cuenta cualquier trastorno de la movilidad ocular, nistagmo espontáneo, etc. que hubiese.

  

  

   PRINCIPIOS FISIOLÓGICOS.

   La prueba consiste en inyectar aire o agua caliente y fría en el CAE, lo que desencadena una sensación subjetiva de vértigo y la aparición de nistagmo. Con el estímulo caliente el nistagmo desencadenado batirá en el plano horizontal y su componente rápida se dirige hacia el lado estimulado. Con estímulo frío el nistagmo bate hacia el lado opuesto al estímulo.

   Los mecanismos de actuación del estímulo térmico no están aclarados definitivamente, siendo múltiples las teorías propuestas para explicarlos: termodinámica de Barany, Brown Sequard, nerviosa de Bertels y Ewald, vascular de Kebrak, la de presiones de Van Canenhom, etc.

   La más aceptada es la teoría física termodinámica de Barany, confirmada por Brunings: colocando la cabeza de un paciente en posición I de Brunings, el canal semicircular externo queda colocado verticalmente bajo el máximo efecto de la fuerza de la gravedad. El cambio de temperatura afecta fundamentalmente al CSE por ser el más próximo al CAE, el efecto sobre los otros dos canales es mínimo al encontrarse a mayor distancia del CAE. Al practicar una estimulación caliente o fría se modifica el peso específico y el volumen de la endolinfa, originándose una corriente de convención térmica en este canal que va a desplazar la cresta ampular produciéndose un nistagmo. Las moléculas frías van a descender apareciendo una corriente ampulífuga que origina un desplazamiento utriculífugo de la cúpula, en consecuencia disminuye la actividad del nervio vestibular de ese lado mientras que la cúpula del lado contrario está en reposo con una frecuencia de descarga constante que es aproximadamente el 40% de su frecuencia máxima, lo que origina un nistagmo hacia el lado contrario; con el calor el efecto es el contrario, se produce una disminución en la densidad de la columna endolinfática, la corriente que se produce es ascendente de dirección hacia la cúpula, ampulípeta, que producirá un desplazamiento utriculípeto de la cúpula que se traduce en un aumento de los trenes de ondas en el nervio eferente del canal estimulado produciendo un nistagmo horizontal hacia el lado estimulado. Al ser estimulado el CSE se está valorando fundamentalmente la actividad del nervio vestibular superior y el arco reflejo vestibulo-ocular de ese lado. La cúpula del lado no estimulado permanece en reposo con una frecuencia de descarga constante aproximadamente del 40% de su frecuencia máxima. En el examen calórico la diferencia entre ambas informaciones se realiza entre el receptor estimulado y un receptor en reposo o receptor normal.

 

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