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Características.
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Sistemática de la prueba.
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Resultados.
De las múltiples técnicas de audiometría automática publicadas, la única que ha permanecido es la ideada en el año 1947 por Georg von Békésy, que permite al propio paciente trazar su propio audiograma de una manera automática. Desde entonces, siempre ha existido un gran interés por el automatismo en la audiometría ya que éste la da un cierto carácter menos subjetivo y cada vez se han ido investigando más datos de interés clínico que la prueba puede aportar.
En los últimos años ha sido Jerger quien ha hecho las aportaciones de mayor interés.
Se considera que se puede realizar a partir de los siete a diez años de edad.
CARACTERÍSTICAS.
- Para realizar la prueba se precisa de un audiómetro especial. El audiómetro comienza a emitir un sonido de intensidad creciente y el paciente aprieta un pulsador en cuanto comienza a oirlo. En cuanto el paciente aprieta el pulsador, automáticamente se invierte el potenciómetro, comenzando a decrecer la intensidad del sonido, de esta forma el paciente controla la intensidad del sonido estímulo. El paciente suelta el pulsador cuando no oye nada y lo pulsa en cuanto comienza a oir. Las variaciones de intensidad creciente o decreciente se hacen en normoyentes con una cadencia de 2´5 dB por segundo.
- Automáticamente el aparato hace un barrido por el espectro sonoro de frecuencias, de graves hacia agudos, pasando por cada frecuencia primero de un oído y luego del otro. El espectro puede ser recorrido en 4 u 8 minutos según la velocidad elegida en el dispositivo que tiene al respecto el aparato. El resultado va inscribiéndose en una gráfica de trazado continuo.
- Siempre se comienza por el oído izquierdo en frecuencias graves para estudiar todas las frecuencias de dicho oído y después las del derecho en el mismo orden.
- James Jerger ha introducido la innovación de poder realizar la prueba con sonido continuo y discontinuo, obteniéndose dos trazados que se pueden comparar.
- Normalmente, sólo se realiza la prueba por vía aérea.
- Tiene dos mandos manejados por el explorador, uno para impedir que pase de una frecuencia determinada a otra en el tiempo predeterminado pudiendo prolongar el tiempo de exploración de una frecuencia el tiempo que el explorador lo desee y otro para descender de manera brusca 10 dB. El primero es útil para estudiar la adaptación y el segundo como prueba para descubrir simuladores.
SISTEMÁTICA DE LA PRUEBA.
- Es muy importante que el paciente comprenda perfectamente como se va a realizar la prueba. Se le explica que cuando oiga debe pulsar el botón y debe dejar de pulsarlo cuando deje de oír. Si las instrucciones dadas son claras la mayoría de los sujetos se condicionan rápidamente al manejo del pulsador. En general, los sujetos manuales tienen menor dificultad que los sujetos intelectuales, ya que estos últimos piden explicaciones intentando comprender e interpretar la prueba sin centrarse en lo que hay que hacer, mientras que los otros ejecutan sin discusión y sin preguntar lo que se les dice que hagan. No obstante, después de uno o dos ensayos, la prueba es siempre posible.
También se ha observado que las personas de edad se condicionan más difícilmente a la prueba, pues presentan una tendencia a la indiferencia por la monotonía de la prueba.
- Como en el resto de las pruebas audiométricas el paciente es colocado en una cabina insonorizada y con los correspondientes auriculares.
- Las frecuencias exploradas son: 500, 1000, 2000, 3000, 4000, 6000 y 8000 Hz.
- Un motor que va desplazando un rotulador va escribiendo el resultado sobre una gráfica audiométrica. Por tanto, la gráfica resultante, que dibuja el propio aparato, es una línea quebrada, o en zigzag, con unos vértices superiores de no percepción y otros inferiores de percepción.
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