• Introducción.
  • Regulación por el antígeno.
  • Regulación por anticuerpos.
  • Regulación por inmunocomplejos.
  • Papel de las células presentadoras en la regulación.
  • Función de las citocinas.
  • Factores genéticos.
  • Redes idiopáticas.
  • Supresión por células T.
  • Tolerancia inmunológica.
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    INTRODUCCION.
 
   La respuesta inmune específica, tanto humoral como celular, está regulada tanto en su naturaleza como en su intensidad y duración por una serie de factores:
  • por el antígeno (incluyendo su naturaleza, su dosis y la vía de administración);
  • por los anticuerpos;
  • por inmunocomplejos;
  • por la naturaleza de la célula presentadora.
  • por citoquinas;
  • por factores genéticos del hospedador;
  • por redes idiotípicas;
  • supresión por células T;
  • por regulación neuroendocrina.
 
 
    REGULACIÓN POR EL ANTÍGENO.
   La regulación del sistema específico mediante los Ag va a depender de una serie de factores.
 
   Según la naturaleza del antígeno.
   Las bacterias extracelulares, los productos bacterianos, y en general los Ag solubles suelen inducir principalmente una respuesta humoral. Ahora bien, los Ag polisacarídicos y lipídicos, al no poder ser ligados al MHC, no son presentados a los linfocitos TH restringidos por el MHC propio, aunque como dijimos, recientemente se ha comprobado que al menos algunos lípidos de micobacterias pueden ser asociados con moléculas CD1 y presentado a linfocitos T, por lo que no hay respuesta celular, sino que generan la producción de IgM, pero sin memoria inmunológica ni maduración de la afinidad, es decir, una respuesta humoral timo-independiente.
   Los patógenos intracelulares provocan sobre todo respuesta celular.
   Cuando el Ag es eliminado, las cc T y B vuelven a reposo, por lo que el sistema inmune va disminuyendo la intensidad de su respuesta.
 
   Según la dosis.
   Las dosis óptimas inmunogénicas dependen de cada Ag, pero en general dosis muy altas inhiben la respuesta inmune, sobre todo porque inducen un estado específico de no respuesta en las cc T y a veces en las cc B. Las dosis muy altas de Ag polisacarídicos pueden provocar tolerancia en las cc B.
   En algunos casos, la concentración alta de Ag origina delección clonal de cc específicas para dicho Ag, p. e., en ausencia de ciertos factores de crecimiento las cc T activadas pueden entrar en apoptosis.
 
   Según la vía de administración.
   La administración subcutánea o intradérmica suele ser inmunogénica. Pero grandes cantidades de Ag por vía oral, venosa o como aerosol pueden provocar tolerancia inmunológica o una desviación de respuesta, en función de las subpoblaciones de TH que se activan o inhiben.
 
   Competencia entre antígenos.
   La presencia de un Ag determinado en una mezcla de Ag puede provocar una gran disminución de la respuesta inmune a esos otros Ag. Esto puede ocurrir incluso entre epitopos de una misma molécula antigénica. La posible explicación estriba en la competencia entre distintos péptidos procesados, de distintas moléculas o de la misma, por unirse al surco de las moléculas MHC, de modo que el péptido más inmunodominante se une a casi todas las MHC disponibles, evitando la unión de otros péptidos; ello evita la activación de cc T que reconocen esos otros péptidos.