28.01-01.jpg - 17.55 KB   En los comienzos de la medicina moderna, debido a las dificultades técnicas que suponía la exploración nasosinusal. La rinología no se inicia hasta el siglo XIX. Hasta entonces la exploración nasal no figuraba en el código de las exploraciones que el médico debía practicar en el enfermo. El poco conocimiento de la fisiología nasal, la estrechez anatómica de sus ventanas, la poca importancia que se daba a su patología, el no poder explorar la nariz en profundidad, así como la falta de luz suficiente para hacerlo, hacia que la nariz no se valorase ni en sus lesiones ni en sus enfermedades, a no ser que fueran muy extensas.
   La exploración nasal en profundidad comenzó por la rinoscopia posterior. Czermak, cuando comenzó a utilizar el espejillo laríngeo de Manuel García, se dio cuenta que girando el espejillo hacia arriba aparecía un campo nuevo no descrito. Denominó a esta exploración rinoscopia posterior para diferenciarla de la anterior, explorada mediante especulum nasal.
   La exploración de las FN y de los senos paranasales han experimentado cambios fundamentales en las últimas décadas al aplicarse la nuevas técnicas de endoscopia y de imagen Rx que han permitido tener un mejor conocimiento de la anatomía nasosinusal.
   Con el advenimiento de los nasofibroscopios y las ópticas rígidas, la exploración nasosinusal ha cambiado totalmente. Este instrumental forma parte hoy del examen rinológico rutinario en la consulta ORL. Para su utilización, este nuevo instrumental impone unos imperativos médico-legales y de seguridad respecto a su desinfección y esterilización.
   Por lo que respecta a las imágenes, el escáner ha desplazado totalmente a la radiografía simple. La radiografía simple estándar del esqueleto facial sigue teniendo la ventaja de su rapidez y simplicidad; su digitalización ha mejorado su calidad y la radiación emitida es menor que con la técnica clásica utilizada hasta hace posos años. Sin embargo, las aportaciones en información que proporciona el TAC son tan sumamente superiores a las de la Rx simple, que ésta ha quedado desplazada totalmente. La técnica de elección para la obtención de imágenes radiográficas de la nariz y los senos hoy es el TAC realizado con cortes en dos planos, frontal y transversal. La técnica con contraste yodado se realiza en caso de tumores y complicaciones de la patología inflamatoria. Otra técnica reciente de imagen es la endoscopia virtual, ahora bien, el interés práctico de esta técnica esta por evaluar.
   La RM se reserva para la patología tumoral.
   Otra novedad es la rinomanometría, tanto en su forma de rinomanometría anterior activa como en la de rinometría acústica. La acústica es capaz de medir de forma fiable y no invasiva las dimensiones de los cinco primero centímetros de las fosas nasales. Pero esta técnica está todavía infrautilizada teniendo en cuenta sus potenciales indicaciones, está por confirmar el lugar que realmente merece en la práctica de la rinología cotidiana.