Las FN realizan una serie de funciones asociadas entre sí al servicio y protección de las vías aéreas inferiores. Estas funciones son:
 
   -    Función respiratoria de conducción del aire hacia el árbol traqueobronquial. Esta es su función por excelencia y no se limita al simple paso del aire, sino que además regula el débito aéreo hacia las vías inferiores.
 
   - Función sensitiva encauzando las partículas olorosas hacia la mucosa olfativa. Se estudia en el <tema 29>.
 
   -    Función defensiva de protección frente a los elementos agresivos procedentes del ambiente exterior. Mediante esta función el aire inspirado es purificado de sustancias tóxicas antes de entrar en el árbol respiratorio. En relación con esta función defensiva está el origen de reflejos provocados por la estimulación de la mucosa nasal, de los cual el más importante es el reflejo del estornudo.
 
   - Función de acondicionamiento. Acondiciona el aire inspìrado mediante su calentamiento y humidificación para que llegue en buenas condiciones al árbol respiratorio.
 
   -    Función fonatoria. Es una función más secundaria de la que las FN en la que participan al formar parte de la caja de resonancia de la voz.
 
   El elemento fundamental para que las FN realicen sus funciones es la mucosa nasal. Esta por su situación estratégica en la entrada de las vías aéreas tiene como una de sus funciones fisiológicas el filtrado y acondicionamiento del aire inspirado y participa en los mecanismos de defensa contra los agentes agresores respiratorios. Esto hace que el aire que se respira esté purificado y acondicionado, es decir, recalentado y humedificado. Estas funciones fisiológicas tan importantes de la mucosa nasal se realizan mediante tres funciones: ciliar, secretora y vasomotora. La situación fisiológica normal requiere que la respiración se realice por las fosas nasales. La respiración por la boca es un complemento antifisiológico y que sólo se utiliza en caso de necesidad.
   Las FN intervienen, además, en la formación de los sonidos armónicos, y por tanto, en el timbre de la voz, función que realiza en colaboración con la rinofaringe, abriéndose o cerrándose más o menos, según se precise dar más o menos resonancia al sonido emitido.
   Las dos fosas tienen un volumen total de 15 ml. y una superficie de 150 cm2. Cada fosa puede ser dividida en tres partes: el vestíbulo nasal, el piso olfatorio y el piso respiratorio. Estos espacios de la vía aérea extrapulmonar se conocen en su conjunto como espacio muerto, pero hay que saber entender este término, ya que en realidad son segmentos vivos que no sólo se limitan a la conducción pasiva del aire, sino que controlan el flujo desempeñando un papel importante en la función respiratoria.