• Consideraciones peroperatorias.
  • Tratamiento preoperatorio.
  • Tratamiento quirúrgico.
 
   En este capitulo exponemos los aspectos preoperatorios a tener en cuenta al decidir un tratamiento quirúrgico de la OMC simple. Las técnicas quirúrgicas otológicas se exponen en el tema 14.
 
 
   CONSIDERACIONES PREOPERATORIAS.
 
   Aspectos anatomopatológicos y funcionales.
  En primer lugar se han de tener en cuenta una serie de aspecto antomicopatológicos y funcionales en la valoración preoperatoria de cada caso, como son:
  • Estudio audiométrico valorando el grado de hipoacusia. 
  • Presencia y tipo de perforación. 
  • Localización de la perforación. 
  • Tamaño de la perforación. 
  • Estado de la cadena osicular. 
  • Función tubárica. 
  • Lesiones timpánicas de tipo adhesivo. 
  • Infección bacteriana. 
  • Grado de neumatización y estado de la mastoides. 
  • Grado de timpanoesclerosis. 
  • Estado del CAE por posible otitis externa concomitante.
 
  Tipo evolutivo de la OMC.
  Se ha definir el estado evolutivo del proceso según la evolución de la otorrea:
  • OMC con supuración continua. Se ha de descartar si esta situación, aunque sea de forma excepcional, está favorecida por alguna causa de orden general como puede ser la anemia, malnutrición, hipovitaminosis o inmunodeficiencias. Lo más normal es que se trate de causa de orden local, tales como pueden ser: eccema del CAE, migraciones anormales del epitelio del CAE o de la membrana timpánica, bolsas de retracción timpánicas sucias que no se limpian por si mismas, celdas hipotimpánicas con retención de secreción mucosa de caja con pólipos, obstrucción del aditus mastoideo, fenómenos adhesivos que obstruyen el orificio tubárico timpánico y el istmo tubárico.
  • OMC con supuraciones intermitentes. La caja puede infectarse a través de la trompa, en las infecciones de las vías respiratorias superiores, o a través del CAE si le entra agua o al realizarse limpiezas del mismo. Una migración anormal del epitelio timpánico que no suele dirigirse hacia el margen de la perforación, pero puede ser causa de infecciones repetidas. Aunque el oído permanezca seco. pueden observarse en los márgenes de la perforación algunos detritus y secreciones densas. La perforación puede estar cubierta con una capa gruesa y húmeda de mucosa del oído medio, puede haber eccema y epitelio queratinizante.
  • OMC permanentemente seca.
   Estado de la mucosa del oído medio.
  Para que la cavidad del oído medio contenga aire es indispensable que sus paredes se encuentren tapizadas por mucosa respiratoria y que la cavidad mantenga su comunicación con el exterior a través de la trompa.
   Examinada la mucosa con el otomicroscopio se puede observar en que estado se encuentra:
  • Mucosa de aspecto normal. Se presenta así en las OMC permanentemente secas. Estos casos tienen un buen pronostico quirúrgico.

  • Mucosa gruesa pero seca. Es un aspecto muy frecuente en en un oído seco y sin infección. El pronóstico quirúrgico es peor que en el caso anterior.

  • Mucosa que está gruesa y húmeda. Puede tratarse de una mucosa en proceso de curación y en tal caso el pronóstico es bueno. También puede tratarse de una mucosa en permanente cambio en cuyo caso el pronostico es peor. Clínicamente un oído con este tipo de mucosa esta relativamente seco.

  • Mucosa moderadamente gruesa y edematosa presentando en su superficie una capa de moco. Esta mucosa tiene un alto porcentaje de estructuras histológicas secretoras. En estos casos suele acumularse moco en el hipotímpano. A este tipo de mucosa se la denomina mucosa secretora.

  • Mucosa crónicamente infectada que aparece con granulaciones, edema, hinchada, superficie irregular y secreción. Es la imagen típica que indica una actividad supurativa o purulenta de la OMC.

  • Mucosa que muestra una infección en el momento de su inspección pudiendo aparecer edematosa y secretora pero sin granulaciones.

   Pólipos aurales.
  Los pólipos del oído medio pueden tener un importante papel en el mantenimiento crónico de la infección. Pueden presentarse ocluyendo la perforación e incluso ocupar todo el CAE obturándolo completamente. Suponen la principal fuente de secreción y contienen exudado y moco.
   Los pólipos aparecen en zonas características.
  • Pólipos aticales que salen por el margen de un ático con tímpano retraído o perforado, generalmente con colesteatoma. 
  • Pólipo herodiano. Es un pólipo de superficie plana que emerge por la pared posterosuperior del oído medio en la región de la cuerda del tímpano, Normalmente hay una profunda retracción timpánica posterosuperior. Se ha sugerido que el pólipo sea un proceso local de reciente formación y que tenga como objetivo atrapar, eliminar y digerir bacterias y cc muertas.
  • Pólipos del orificio de la trompa que pueden bloquearla completamente. Estos pueden crecer a través una perforación anterior o inferior. 
  • Pólipos o tejido de granulación que en zonas con reabsorción ósea de la rama larga del yunque, en torno al estribo y del ombligo timpánico. 
  • Pólipos o granulaciones en el hipotímpano. 
  • El tejido de granulación en CAE es sospechoso de carcinoma. 
  • Se puede observar pólipos en CAE en la enfermedad de Hand-Schüller-Christian y en el granuloma eosinófilo.
 
   TRATAMIENTO PREOPERATORIO.
   Para que el tratamiento quirúrgico tenga éxito, ya se una miringoplastia o timpanoplastia con o sin mastoidectomia, es necesario que se haya eliminado la infección y que esté restablecido el oído medio funcionalmente.
   Como poder conseguirlo lo hemos explicado en el capitulo anterior mediante el tratamiento médico.
 
 
   TRATAMIENTO QUIRÚRGICO.
   Cuando no se consigue secar el oído con tratamiento conservador esta indicado el tratamiento quirúrgico de timpanoplatía.
   No hay una norma sobre cuanto tiempo se ha de mantener el tratamiento conservador hasta conseguir que el oído quede seco. Depende del tiempo que haya durado la supuración antes de iniciar el tratamiento, de los tratamientos que previamente se hayan seguido, de la importancia de la infección, de la actitud del paciente y del cirujano. En general se ha de esperar algunos meses realizando tratamiento conservador y valorando la duración de las supuraciones y sólo tras varios intentos fallidos por dejar el oído seco se plantea la cirugía.
   En los oídos secos la intervención es menos agresiva pudiendo evitar la realización de una mastoidectomía, además en estos oídos se consigue un resultado mejor y generalmente la hipoacusia neurosensorial es menor que cuando es necesario realizar mastoidectomía.

   El seguimiento de la OMC simple en muchos casos requiere cirugía:

  • OMC con granulaciones y secreción purulenta: se indica una timpanoplastía con mastoidectomía dejando el canal intacto.

  • OMC con granulaciones y escasa supuración: se puede tratar mediante timpanoplastía sin mastoidectomía. La mucosa puede ser de tipo secretor pero no es necesaria siempre la mastoidectomía.

  • Si hay osteítis mastoidea se requiere timpanoplastia con mastoidectomía.
  • OMC con oído seco o casi seco y perforado, con o sin lesiones de cadena y por supuesto sin colesteatoma. Este es el caso más frecuente. En estos casos se realiza Miringoplastía con control del antro pues es la mejor profilaxis de nuevas infecciones procedentes del CAE. Se aconseja realizarla aunque el paciente tenga una buena audición sobre todo en gente joven y niños. Al restablecer el cierre hermético de la caja se reduce el riesgo de complicaciones relevantes, especialmente la formación de colesteatoma.

  • Otitis fibroadhesiva.

  • Tímpanoesclerosis de oído medio con masa de timpanoesclerosis fijando el estribo y/o el yunque y martillo en el ático.

  • Miringoesclerosis importante que fija el martillo.

  • Fijación de yunque o martillo.

  • Luxación traumática del yunque o cualquiera otra situación postraumática.

  • Otitis obliterativa: membrana timpánica gruesa en posición normal, sin retracción, o en el interior de la caja está fijada por tejido fibroso y el orificio tubárico está bloqueado.

  • Revisiones por diferentes situaciones: reperforaciones, hipoacusia, fijación osicular, procesos adhesivos, retracciones, supuración, etc.

  • Reconstrucción de antiguas cavidades,

  • Diferentes patologías del CAE como exóstosis, atresia adquirida y estenosis difusa o localizada.

   Abordajes del oído medio para la OMC simple.

  • Abordaje intracanal.

  • Abordaje retroauricular.

  • Abordaje superior.

  • Abordaje anterior.