• Caracol óseo.
  • Acueducto del caracol.
  • Relaciones del laberinto óseo anterior.               
  
  
   El oído interno o laberinto se encuentra en el interior del peñasco, o hueso petroso del  temporal, ocupando la parte inferior de la porción petrosa en la parte central de la misma. En él se distinguen dos partes bien diferenciadas, tanto anatómica como funcionalmente: el laberinto anterior con función auditiva y el laberinto posterior con función equilibratoria corporal. El término laberinto proviene de la extraordinaria complejidad morfológica de las cavidades que lo forman. El laberinto anterior, o cóclea, alberga el órgano auditivo o aparato coclear y el laberinto posterior alberga el sistema vestibular o aparato vestibular que forma parte del sistema del equilibrio corporal.
   El laberinto óseo, o cápsula ótica, está constituido por un molde óseo de hueso compacto, hueco, formando en su interior una serie de cavidades excavadas en el hueso que se comunican entre si conteniendo en su interior las estructuras del laberinto membranoso. La cápsula ótica o laberíntica está formada por hueso más compacto que el resto del peñasco. Entre laberinto óseo y membranoso hay un espacio que los separa, denominado espacio perilaberíntico, o perilinfático y que está ocupado por el líquido perilinfático.
   En realidad en el laberinto óseo se pueden considerar tres partes, el anterior, el posterior y otra parte intermedia, situada entre los dos anteriores, denominada vestíbulo. Esta tercera porción se considera como integrada en el laberinto óseo posterior.
   Son dos estructuras pares, simétricas, incrustadas en plena masa ósea petrosa y con una estructura ósea totalmente ebúrnea. Ocupa el tercio medio de la pirámide petrosa, pero estando situado un poco más cerca de la punta que de la mastoides.
   Dado su forma tan compleja, no se pueden dar dimensiones del mismo muy precisas. Sus dimensiones aproximadas son:
   -  Longitud: 18-20 mm.
   -  Altura y anchura de la parte anterior: 6-7 mm.
   -  Altura y anchura de la parte posterior: 12 a 13 mm.
   La concha o cápsula ósea tiene un espesor en torno a un milímetro y se divide en:
   -  Laberinto posterior: consta de vestíbulo, canales semicirculares y acueducto del vestíbulo. Se estudia en la 3ª parte de este tema.
   -  Laberinto anterior: caracol y acueducto del caracol.
  
    Estructura del tejido óseo.
   Está constituido por dos láminas, interna (endostal) y externa (periostal), y un tejido intercortical petroso y escamoso, de naturaleza variable según los individuos. El tejido intercortical petroso, totalmente compacto, no se diferencia aparentemente del cortical, con el que se continúa sin línea de demarcación alguna. El tejido intercortical esponjoso está formado por pequeñas cavidades rodeadas de finos tabiques y que contienen médula ósea. El tejido intercortical neumatizado se caracteriza por la presencia de cavidades llenas de aire dispuestas en el seno del tejido esponjoso. Estas celdas están revestidas por una mucosa análoga a la de la caja timpánica y se hallan rodeadas de una capa de tejido compacto más o menos gruesa, que constituye la cortical central pericelular, continuación de la cortical central del antro.
  
  
    CARACOL ÓSEO.
   Debe su nombre a que su forma es muy similar a la de la cáscara de un caracol, estando formado por un conducto óseo, denominado lámina de los contornos que se encuentra enrollado en espiral en torno a un cono óseo denominado columela o modiolo, describiendo dos vueltas y media. El modiolo contiene el nervio auditivo. La lamina de los contornos, al igual que ocurre en un caracol, su espacio es mayor en su parte inferior o giro basal que en su parte superior o ápice.
                        
   Constitución.
   El caracol óseo puede considerarse formado por tres elementos que constituyen un solo bloque óseo:

 

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